Perros esbeltos que caminaban con resolución

En Bogotá hace veinte años había muchos perros,

Perros de casa con nombre de perro que ladraban desde las terrazas y salían a dar paseos callejeros para interactuar con otros perros,

Perros esbeltos que caminaban con resolución y tenían claro que cada salida tenía un propósito en el que casi nunca había un ser humano involucrado.

Recuerdo claramente que reflexioné mucho durante mi infancia sobre la urgencia de la sexualidad humana viendo desde mi ventana la guerra entre perros por una perra,

El juego que no es juego sino una estrategia fácil de seducción segura.

Ahora en Bogotá no hay barrios sino conjuntos residenciales

Y los conjuntos residenciales están plagados de gente con perro,

Como todas las casas son iguales los residentes buscan diferenciarse por la raza de su perro.

Pero esos perros ya no son perros,

Están vestidos a imagen y semejanza de sus dueños,

Son horribles perros que hacen buen juego con el carro, la casa, la elegancia, la arrogancia o la extravagancia de su dueño:

Un perro grande para una casa grande,

Un perro pequeño para un hombre pequeño,

Un perro horrible para gente horrible,

Un perro juguetón para gente amargada.

Antes el perro salía a dar paseos solo y se encontraba con otros perros;

Ahora el dueño del perro es paseado dos o tres veces durante el día,

El perro exhibe a su amo ante los demás perros.

Autor: Elsy Rosas Crespo

Es más fácil si buscas mi nombre en Google.

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