No es fácil hacer reír a través de la escritura

David Troncoso me dijo que soy como Fran Lebowitz para que yo dijera que su libro es genial y Silvio José Bolaño me dijo que soy como Harold Alvarado para que yo dijera que su amigo escritor es casi tan desbordado como Andrés Caicedo, para que yo dijera que mis manos han temblado de emoción ante la obra revelación del último poeta maldito recién publicado por una editorial independiente, por otra editorial independiente que juega con los sueños de la gente que sueña con ser artista.

Me gusta más cuando me dicen que soy como Bukowski pero no bebo, que les recuerdo a Violencia Rivas o a Chavela Vargas. Me gusta más cuando me dicen sigue así, no cambies nada o usted podría volverse loca pero no quiere o usted podría probar todas las drogas y no es adicta a nada. No aspiro a ser premio nacional de crítica ni a salir en un programa de chistes, mis aspiraciones son más mundanas porque lo que más disfruto es ser una persona común mientras camino por la calle en medio de la gente oyendo chismes y viendo formas de caminar y de mirar. Me basta con ser citada en trabajos de grado y en libros de investigación, que me tomen por teórica gracias a unos ensayitos que escribí cuando era joven.

Me gusta cuando la gente me dice que se muere de la risa leyendo lo que escribo porque sé que no es fácil hacer reír a través de la escritura. También me gusta cuando me cuentan que hay quien llora lágrimas de sangre porque mis textos lo hieren y quisiera saber dónde vivo para venir hasta aquí a cortarme los dedos. Tengan ustedes en cuenta que si me leen es porque lo desean, nunca etiqueto a nadie ni envío textos por correo ni a través de ningún otro medio porque practico todos los días la Máxima que dice más o menos así: «No hagas a otros lo que no quisieras que te hicieran a ti».

Me han halagado tanto que soy inmune a la lisonja, me han insultado tanto y de tantas maneras que creo que no hay más formas de insultar. No vivo ni de halagos ni de insultos y escribo porque me resulta divertido tanto como me divierten los mensajes de los lectores y chatear por Whatsapp con mis amigos.

Por sobre todas las cosas soy ama de casa, amante del ocio y caminante. Sólo escribo bellezas sobre los libros que me gustan de verdad y a medida que pasa el tiempo leo menos, mucho menos, porque me entusiasma más la música y el cine. Los días transcurren muy rápido mientras hablo y río con gente que me agrada y ninguna de esas personas es artista ni pensador. En eso consiste mi vida y me fascina.

Autor: Elsy Rosas Crespo

Es más fácil si buscas mi nombre en Google.

3 opiniones en “No es fácil hacer reír a través de la escritura”

  1. Silvio, el chompiras paisa, de ahí le viene el Bolaño, aunque parece más un Botija, tiene la costumbre de hacerse pasar por bueno para después atacar a muerte si se le lleva la contraria con sus desgastadas figuritas literarias, lo peor que te puede pasar es ser citada por este payaso y sus secuaces.

    Me gusta

Deja un comentario