Twitter es como la vida

Casi nadie sabe por qué está vivo

Casi nadie sabe por qué tiene una cuenta en Twitter

Casi nadie le da un orden a la vida, vive con un propósito fijado desde el comienzo, en la infancia

Casi nadie crea una cuenta en Twitter con un propósito desde el comienzo, desde 2009 0 2010

La mayor parte de la gente se deja arrastrar por la vida como si fuera una ola

La mayor parte de la gente se deja arrastrar por las olas de mierda que apestan todo el día y toda la noche en Twitter

Casi nadie es auténtico en el trato cara a cara

Casi nadie es auténtico en Twitter

Casi nadie está dispuesto a decir la verdad cara a cara

Casi nadie está dispuesto a decir la verdad en Twitter

Casi toda la gente está dominada por el miedo y por eso son amables con familiares, vecinos y amigos.

Casi toda la gente en Twitter está dominada por el miedo y por eso son tan amables y arman jaurías para dar entre todos la sensación de fuerza y de superioridad.

 

Cuando posas de feminista pero eres absolutamente machista

En Colombia se puso de moda ser feminista como en otro tiempo estuvo de moda disfrazarse de universitario para ir a fumar marihuana en las gradas de la Javeriana o en el campus de la Nacional.

En este momento está de moda tener gato y decirle hijo, darle beso con lengua y contarle todos los pormenores del día en el trabajo, transportarse en bicicleta (ser biciusuaria), comprar ropa vieja y de mal gusto en Chapinero, decir todos, todas y todes, usar copa menstrual y gritar a los cuatro vientos !SOY FEMINISTA!, aunque seas más machista que veinte hombres juntos.

Veamos un ejemplo:

Estas tres mujeres ¿feministas? no pueden creer que quien escribe es una mujer (yo), pero en las redes sociales posan de feministas empoderadas dueñas de su cuerpo y putamente libres:

femini

Cosas que piensas cuando te muerdes las uñas

Este libro de Amalia Andrade se lee en tres horas y el título del post es el título del libro para que el lector dimensione de entrada y sin anestesia la calidad literaria del bodrio que nos ocupa.

El adefesio que llaman libro y catalogan como literatura es un homenaje a la gente que se enriquece sin esfuerzo y a la gente que lee libros sin esfuerzo, como quien se come una hamburguesa, toma la foto, la publica en Instagram y recibe muchos favs de otra gente que también come hamburguesa, toma la foto y la publica en Instagram; un libro digno de ser reseñado y elogiado en la revista Shock por la gran pensadora y filósofa feminista Paula Ricciulli, que basa sus investigaciones en salud mental en tuits profundos de otras expertas tipo Lorena Beltrán, gurú en Twitter y quién sabe dónde más sólo porque tiene problemas de depresión y ansiedad y asume que su estado la convierte en experta en enfermedades mentales, igual que la otra doctora sin título, la vendedora de libros más exitosa en este momento en Colombia porque descubrió el toque secreto para engañar inocentes: Amalia Andrade.

¿Puede ser más desolador el panorama?

¡No!

¿Las mujeres colombianas que se hacen notar en los medios están matando al feminismo y de paso nos están demostrando que fueron educadas para ser mujeres superficiales y facilistas que echan a perder el trabajo académico de otras mujeres que se han ocupado del feminismo y de la literatura de forma seria y rigurosa?

¡Sí!

Cito a continuación una de las reflexiones profundas más recientes de la hermana gemela de Amalia Andrade que de paso da cuenta de la acogida que estas divas del  pensamiento joven tienen en redes sociales:

perla

Y ahora un tuit estrella de la Autora para dimensionar el éxito que tienen sus reflexiones más célebres:

amalia

Estamos en un momento crucial en la Historia del Pensamiento porque nunca como antes el  universo de los tontos se había tomado el mundo y una persona como Amalia Andrade y quién sabe cuántos clones más de ella a lo largo del planeta pasan por artistas, ilustradoras, asesoras espirituales y salvavidas.

¿Quiénes la llaman Artista?

Los editores de Planeta que se están llenando los bolsillos vendiendo ejemplares de estos libros que superan niveles de estupidez nunca antes vistos en la historia de los libros de autosuperación; Amalia Andrade es la Yuya de las tonterías impresas sin haber pasado antes por una canal en YouTube, tiene talento para engañar a la gente y debe tener un buen grupo de amigos mucho menos inteligentes que ella que la asesoran con trucos para engañar incautos.

Citemos a la Autora:

«Hay que hablar. Hay que mostrar lo

invisible. Hay que incomodar a algunos

para liberarnos a nosotros mismos.

Hay que gritar: se vale estar «roto»

se vale no ser perfecto se vale no querer

serlo. Está bien estar mal. Está bien

tener miedo».

No se necesita ser Harold Bloom para saber que la reflexión mal redactada (como todo el libro) que acabo de digitar nos presenta de paso el tipo de lector que construye esta narración. Se trata de libros de autosuperación para señoras y señoritas que se toman por feministas empoderadas y que además se quieren sentir inteligentes y de avanzada porque leen libros que parecen profundos y con excelente sentido del humor aunque sean superficiales y ninguno de los chistes premeditados para hacer reír hagan reír a una persona con buen sentido del humor y cito de nuevo:

«NOTA: Estamos en el siglo XXI

y yo le tengo miedo a todas

las cosas citadas anteriormente.

En especial a la brujería.

SOBRETODO a la brujería. ¿Será

que seré víctima de este flagelo

por haber hecho esta confesión?

POR FAVOR, personas creativas

afines a la brujería, no me

hagan NADA. Por si acaso, igual

voy a dejar por acá un dibujo de

San Benito y de Selena a

manera de protección perpetua».

Catalina Ruiz-Navarro incurre en plagio de forma recurrente para parecer inteligente, profunda y culta y eso no tiene presentación porque se apropia de las ideas y el estilo de otros y además el plagio es un delito. ¡Muy mal por Cata! Pero parece todavía más preocupante la actitud de Amalia Andrade porque de entrada se presenta como lo que es: una mujer que aunque pasó por la universidad parece no haber sido tocada por el espacio académico y no sólo eso sino que además desprecia la vida intelectual y a los intelectuales; lo de ella es Wikipedia, Instagram, los tutoriales de maquillaje, las series, las tontas canciones de amor, encontrar el truco perfecto para hacer desaparecer estrías, comer postres deliciosos que no le hagan perder la figura y, por sobre todas las cosas en la vida, el deseo infinito de volverse rica vendiendo basura. Lo dice sin rubor y eso la convierte en una mujer cínica que no merece ningún tipo de consideración precisamente por eso.

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