Ancianas ardorosas

El sexo es una gran experiencia humana porque somos hermanos de los perros y los cerdos y como además de mamíferos tenemos el cerebro más complejo de la Creación nos hastiamos de los actos repetitivos y todo termina convertido en un círculo infernal, incluido el placer sexual.

El sexo es el pretexto para hacer de dos tres y cuando no nace ese tercero y los dos no terminan convertidos en una linda pareja (porque sale más barato) el hastío se convierte en ley y llega un día en que hacer el amor se parece a limpiar la nevera o ver Noticias Caracol.

Pero hay señoras mayores de cincuenta que se jactan de ser poderosas máquinas sexuales y gritan que todavía resoplan como cerdas en brazos de sus amantes como si a nosotros nos importara.

Una anciana mayor de cincuenta años que cae en esas ridiculeces no ha disfrutado del amor en la juventud porque no sabe que todo placer carnal termina convertido en hastío de tanta repetición o simplemente miente porque le cuesta trabajo aceptar que ahora es una vieja por más cremas y ropa ajustada que use, por más que pretenda competir con las jóvenes de veinte o treinta años que no necesitan decir que son grandes amantes sino que simplemente viven la vida y ya.

¿Las viejas mayores de cincuenta años que pretenden presentarse como las mujeres más deseables del planeta no disfrutaron la juventud, no supieron lo que es tener veinte, treinta y cuarenta años o son tan insaciables como si fueran simples bultos de carne dispuestos a ser gozados hasta llegar a la decrepitud total y la muerte?

Autor: Elsy Rosas Crespo

Es más fácil si buscas mi nombre en Google.

Deja un comentario