¿Sabes redactar pero no tienes nada que decir?

 Hacer aquello que define propiamente la literatura, pero a propósito de la realidad más banalmente real, la más corriente y moliente que, por oposición a lo ideal, no está hecha para ser escrita… hay que afirmar el poder que pertenece al arte de constituirlo todo gracias a la virtud de la forma… de transmutarlo todo en obra de arte gracias a la eficacia de la propia escritura.

Pierre Bourdieu

Desde hace unos veinte años leo libros recientes y casi todos terminan con un largo bostezo si es que llego al final y no lo abandono llegando a la página 50. Lo más chocante es encontrarme siempre con la imitación de la imitación, el humor que no hace reír, la reflexión poco profunda, la vida bohemia, las drogas, la rumba, la calle y las putas. La mezcla Bukowski-Caicedo-Jattin-Vallejo, la sensación como lectora de que quien escribe sabe redactar, ha vivido algunas experiencias, tiene la certificación de varios cursos de escritura creativa, ama la literatura y está empeñado en ser artista pero no tiene talento, ese valor tan escaso que es casi un don, algo difícil de explicar, la bendita mezcla de valentía, sensibilidad, originalidad, sinceridad y ese rasgo particular que nos hace sentir ante lo único e irrepetible, lo desconocido, la novedad, el estilo, eso que es sólo tuyo, muchos tratan de imitar y sólo hacen el ridículo cuando quieren ser el nuevo Bukowski, el nuevo Vallejo, el nuevo Jattin, el nuevo chico rebelde que conocemos desde 1930. La gran depresión creó a Bukowski y estamos cerca de 2030. Los invito a superar el realismo mugroso.

Busco la novedad absoluta, el desconcierto y el asombro, el texto que me deja con la boca abierta y me obliga a detenerme para caminar un poco por el cuarto, volver a leer el fragmento que me impactó y preguntarme de nuevo: ¿Quién es este hombre? ¿De dónde salió esta voz tan original? ¿Cuál es el misterio que encierra esta forma de escribir? ¿Cuál es la fuerza que se mete en el alma de este ser fantástico y hace que sus ideas y sus sentimientos no sean los más originales y sin embargo es único, el tesoro que estaba buscando desde hace tanto tiempo?

Busco con desesperación al escritor que ama el realismo sucio pero no quiere imitar a Bukowski, al escritor que admira a Fernando Vallejo pero no se las quiere dar de chistoso ni quiere recorrer las calles de Medellín como en La virgen de los sicarios, acompañando al lector por la calle mientras ve al tombo y al muñeco, al mendigo y al basuquero. Busco lo que no habíamos leído antes aunque ese escritor haya sido influido por otros muchos escritores, es el misterio que no consiste sólo en el trabajo, la constancia, la planeación, la revisión, la edición y todo lo que rodea la escritura, una especie de misterio que va más allá de la formación consciente y el deseo de hacer las cosas bien hechas, con amor y entusiasmo.

El realismo sucio tiene que ser superado de una vez por todas y para siempre porque ha pasado ya un siglo de chicos malos y chicas rebeldes que se sienten tremendamente subversivos porque son vagos malhablados, pelean con tombos, bailan con putas en putiaderos de poca monta, mezclan todas las drogas existentes, pasan 36 horas sin comer y sin dormir y creen que todas esas locuras son dignas de ser narradas en un libro porque nadie en 2024 sabe lo que es la rebeldía ni la subversión.

Vivimos ante el cambio de siglo, de milenio, de tecnologías de la escritura, concepciones del trabajo, la familia, el ocio, las ciudades y el amor, estamos cerca de ser suplantados por nuestro doble, se inundan países enteros después de haber soportado sesenta grados de temperatura, los dueños de Google y de Facebook saben más de nosotros mismos que nuestra propia madre y sin embargo nuestros artistas siguen anclados en el romanticismo y la nostalgia, se siguen preguntando qué es el amor y por qué no se puede besar a una puta.

Los invito a reflexionar y a vivir en el presente, a tomar partido como seres humanos y como artistas ante los problemas y los actos de este año, siglo y milenio y si los humanos no saben ponerse a la altura de su tiempo entonces espero que la inteligencia artificial nos regale su mejor composición.

Autor: Elsy Rosas Crespo

Es más fácil si buscas mi nombre en Google.

4 opiniones en “¿Sabes redactar pero no tienes nada que decir?”

      1. Te pregunto por lo que escribiste en Twitter… escribiste que la empezaste a leer «No se puede besar una puta»

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